Este es el plan militar de EE.UU., para los inicios del siglo XXI. 2020 es la continuación de la política por otros medios: la fuerza armada y la guerra inteligente. Es la materialización del dominio del espectro mundial. 2020 es una meta parcial del Nuevo Orden Mundial concebido para perpetuar la hegemonía del poder de EE.UU. La guerra contra Irak está definida en el 2020. No obstante, hay que ubicarla en dos dimensiones. La convencional que se refiere a la invasión militar; y la global, que se ajusta a su rol imperial.
La dimensión convencional, guerra de laboratorio que permitirá comprobar la potencialidad y efectividad de un nuevo armamento, tiende a instalar en el corto plazo a un gobierno provisional, liderizado por "Tommy" Frank, general comandante de las fuerzas de ocupación. Esta guerra se perfila, de acuerdo a la información de las agencias occidentales, a alcanzar sus metas de invasión plena y ocupación gubernamental. Pero no garantiza que finalice. El pueblo iraquí no lo va a tolerar; asi como tampoco la corriente antimperialista del planeta.
La otra dimensión, la global, es la que busca el 2020. Imposición hegemónica de un modelo político, dominio mundial del sistema económico, garantía absoluta de su abastecimiento de materia prima, control de los territorios vitales para su subsistencia, coacción ideológica, supremacía cultural y determinación de patrones de consumo. En síntesis, desarrollar la nueva fase del imperio.
En lo más específico el 2020 induce la consolidación de la nueva fase del capitalismo: el market fundamentalism cuya meta es la expansión del mercado, la acumulación infinita y el beneficio ilimitado. Además, de manera estratégica, el 2020 demanda el control de las fuentes energéticas del mundo. Estudios del Departamento de Energía de EE.UU., indican que el uso mundial de petróleo aumenta un dos por ciento anual. Eso significa que el consumo global se incrementará de 77 a 110 millones de barriles en el 2020, equivalente a las 2/3 partes de las reservas totales. Por lo tanto, se hace indispensable suplir esas reservas energéticas a partir de hoy mismo. El Golfo Pérsico (Irak e Irán son los únicos países de Golfo anti-EEUU., y por lo tanto son considerados dentro del "Eje del Mal"), el Asia Central (Afganistán ya cayó) y Venezuela (en la mira como blanco inmediato) son las tres regiones del mundo contempladas en los planes, como objetivos estratégicos para sus intereses vitales.
La invasión a Irak permitirá consolidar la nueva fase del imperialismo. Desde esta perspectiva no le será nada fácil, de ahora en adelante, la gestión autónoma a los gobiernos soberanos del mundo que sostienen una postura antiyanqui. En la América Latina, resalta en lo inmediato, la imposición del Alca; asi como, el nuevo Plan Colombia, que de antidrogas ha pasado a ser ahora un plan antiterrorista. Hecho que le concede al imperio asumir supuestos y, en consecuencia, actuar a su libre albedrío. Para América Latina el 2020 significa remozar la doctrina contenida en el Destino Manifiesto. Especie de ley natural que le otorga el derecho divino a intervenir en las naciones latinoamericanas cuando asi lo crean conveniente.
Por lo pronto, consolidado Irak una vez que asuma "Tommy" el gobierno de transición, el imperio irá de inmediato contra Irán y los otros países del eje del mal. Paralelamente, ya sin oposición militar y gozando de una supremacía universal, buscará someter a los gobiernos que no le son afectos a sus intereses vitales. Pero, asi como no pudieron en Vietnam, ni con los rebeldes musulmanes, tampoco lo harán con el pueblo iraquí, ni con los pueblos latinoamericanos. Las armas contra el 2020 está en el unidad del mundo sur. Si no, que lo digan las piedras de los palestinos.
Publicado en: 31/03/03 - www.aporrea.org/actualidad/a2703.html