miércoles, 22 de enero de 2003

Juan Vené en desacuerdo con la suspensión de la temporada de béisbol

Últimas Noticias/DR/LB

El periodista deportivo Juan Vené, en su columna "En la pelota: Cristóbal Torriente, pelota y politiquería" del diario "Ultimas Noticas", en su edición de hoy, ante la pregunta de un lector respondió con argumentos bastante válidos su desacuerdo con la suspensión de la temporada de beisbol.

Luis Gutierrez Ch., de Caraballeda, Venezuela, dice en su email: Como la mayoría de los aficionados al beisbol, usted y yo estamos de acuerdo en que el campeonato nunca se debió parar en nuestro país. La pelota estaba llamada a ser el bálsamo que calmará las tensiones por la crisis política. Me asombra que la mayoría de los periodistas del béisbol estén de acuerdo con la cancelación del torneo.

Usted es el único que ha dicho públicamente lo contrario. Pero debe haber muchos intereses económicos para inmiscuir el deporte con la política. ¿Cuantos campeonatos se han cancelado en la historia del béisbol caribeño y mexicano? Porque conocemos solo las huelgas de Grandes Ligas. ¿Habrá algún caso similar al que vivimos en Venezuela? ¿Cuales cree Ud. serán las consecuencias de esta ausencia de béisbol aquí?

Amigo Lucho: Publico lo que estimo es la verdad, y lo mas conveniente para las mayorias. En la columna de ayer recordaba que cuando cayó Pérez Jimenez, el 23 de enero de 1958, apenas hubo unos tres días sin béisbol. Y 15 días después, el 8 de febrero, el club campeón de Venezuela, los Industriales de Valencia, inauguraban la Serie del Caribe en Puerto Rico frente a Cuba. En el '74, una huelga de peloteros venezolanos impidio el viaje a Hermosillo. Allá jugaron dos equipos de México. No recuerdo ningun otro caso en la pelota invernal. Pero si el de la Liga Mexicana (AAA) de verano, cuando la Asociacion Nacional de Beisbolistas (Anabe), declaro una huelga en julio de 1980. Esa acción causó la reducción de la liga de 20 a 16 equipos, y la desaparición de la Anabe.

En cuanto a las consecuencias que puede traer el paro de la pelota venezolana, son incalculables.

Ha sido algo muy grave. Los fanáticos pueden reaccionar en forma negativa contra el espectáculo. Las Grandes Ligas aun no se han recuperado totalmente de lo que dejo la huelga de peloteros de 1994. Creo que el presidente de la liga venezolana, y los ocho equipos, debieron recordar que en 1943, el presidente Franklin Delano Roosevelt, de Estados Unidos, dijo que el beisbol debía continuar, aun en plena guerra, porque eso servía de alivio a las tensiones de todos.

La disculpa de que no había vigilancia disponible para los estadios no parece lógica, porque los equipos han contado siempre mas con sus propios funcionarios de seguridad que con los de las policías de las ciudades.

Publicado en: 22/01/03 - www.aporrea.org/actualidad/n4352.html
La fuente original de este documento es:
Últimas Noticias (http://www.ultimasnoticias.com.ve/ediciones/2003/01/22/p19n1.htm)

¿Qué debe hacer la Universidad Venezolana ante la Crisis Actual?

Prof. Ulises Paredes

¿Qué debe hacer la Universidad Venezolana ante la Crisis Actual?

Enero 2003

No debemos reunirnos a decir al aire nuestras opiniones, esto no puede ser un ejercicio de desahogo individual. Debemos sentarnos a discutir, sin posiciones preestablecidas y sin obviar el análisis, establecer propuestas y decidir en consecuencia. ¿Qué Hacer?

Con Base a los siguientes argumentos y realidades:

Los  articulo 1 y 2  de la Ley de Universidades, que nos exige colaborar en el Esclarecimiento de los problemas nacionales y la tarea de la búsqueda de la verdad
Cuando la sociedad exige nuestro pronunciamiento, no esta esperando que salgamos con gorras rojas o banderas negras o a gritar Ni un paso atrás o No Volverán. Esos ya están completos. Los que se espera de nosotros es el análisis del problema, de las soluciones planteadas y el aporte de nuevas alternativas, cónsonas con nuestra actividad intelectual
Instituciones de carácter intelectual, como el Centro Carter entre muchas otras, se abocan al problema mediante el análisis del mismo y es posible que eso ocurra ante el vacío que dejan las Universidades
Pocas o ninguna Institución del país cuenta con una gama tan amplia de profesionales para la constitución de grupos de estudio. Contamos con Abogados, Economistas, Educadores, Ingenieros, Administradores, Médicos, expertos en Petróleo, Sociólogos. La lista es larga e interesante. Solo tenemos que reunirlos de modo estructurado
Hay quienes piensan que comenzamos tarde y por eso debemos actuar porque no hay tiempo de pensar. El error del argumento es obvio. La falta de tiempo solo nos obliga a ser mas dedicados y diligentes, mas no cambia para nada nuestra razón de ser
Cada profesor, empleado, obrero a  cualquier otro trabajador de la comunidad universitaria puede tener la posición política que le nazca, puede tener casi cualquier edad, religión, profesión, afición. Pero ante todo es Universitario
Los problemas están planteados y la confrontación existe. Nuestro trabajo no es tomar posición política y apoyar a uno u otro bando. Eso lo podemos hacer fuera del trabajo de modo individual. Nuestra labor es analizar, discutir y arrojar luz de verdades sobre los grupos en confrontación para ayudarlos a hallar puntos y espacios comunes, así como procurar evitar consecuencias horrendas que tal vez solo nosotros podamos percibir
Casi cualquier grupo, institución o asociación del país tendrá una buena excusa ante el inclemente análisis de la Historia por los errores u omisiones que deje a su paso. Nosotros no la tendremos y de seguro seremos un buen sector a quien culpar
No podemos escondernos a nuestra responsabilidad

Propongo la apertura inmediata de la Universidad de Carabobo, el llamado a estudiantes, profesores empleados, obreros y demás a la actividad que dispongan, así como a la organización de asambleas de discusión organizadas  y estructuradas de modo tal que se cuente con asesoría técnica en petróleo, en economía, en legislación y constitución, en humanismo, educación y así en todas las áreas que se requieran para la mas próxima aproximación en nuestra búsqueda de la verdad

Prof Ulises Paredes
Facultad de Ingenierìa UC

Publicado en: 22/01/03 - www.aporrea.org/actualidad/a2039.html

Paro petrolero 2003: Carlos Ortega; Después de la crisis todo volverá a lo de antes

Aporrea - www.aporrea.org

A propósito de la rueda de prensa del camarada Ortega : “ Después de la crisis todo volverá a lo de antes”

Nota de aporrea: Ayer (21/01/2003) escuchando al compañero Ortega gran luchador y defensor de los derechos de los trabajadores dando declaraciones a los periodistas que no lo dejaban de acosar durante la rueda de prensa que dio desde la sede de la CTV, nos vino a la memoria un interesante artículo que leímos en el Nazional de aquel fatídico 13 de abril del pasado año.

Lo desempolvamos para nuestros lectores y aquí se lo transcribimos para que juzguen por si solos.

No incluimos a propósito la foto de familia de Ortega, Cova y Carmona reunidos en Miraflores para no ofender la vista de nuestros lectores
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EL NACIONAL - SÁBADO 13 DE ABRIL DE 2002 
Cuerpo E/ Página 4 

Economía

PERÍODO DE TRANSICIÓN 

Nuevo Gobierno revisará aumento del salario
El presidente de la junta de transición, Pedro Carmona Estanga, se reunió con la directiva de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, órgano sindical que solicitó al nuevo Gobierno indemnizar a las familias que perdieron seres queridos durante los enfrentamientos del 11 de abril 

KATIUSKA HERNÁNDEZ

La última decisión del ex presidente de la República, Hugo Chávez, en materia salarial tendrá que ser revisada y reconsiderada por la nueva administración pública. El 20% de incremento, que colocaba la remuneración mínima en 190.080 bolívares, es un tema obligado en la agenda de Pedro Carmona Estanga, quien se comprometió ante los representantes de la Confederación de Trabajadores de Venezuela a sentar las bases para un diálogo constructivo en el área laboral. Hace una semana el ahora mandatario nacional, alertó que esta propuesta salarial sería asumida por los empresarios con todas las consecuencias que ello acarrearía como mayor inflación y desempleo.

El jefe del Estado transitorio, aclaró que de ahora en adelante no representará a un sector en particular, sino al interés de todo el país. “Me desprendo de todo nexo con sectores para asumir una comunicación fluida y estrecha con todos”.

Agregó que tan pronto cómo se constituya el equipo de Gobierno, creará una comisión especial para analizar el sector laboral, entre ellos el salario mínimo, las leyes de la seguridad social, mecanismos de creación de empleo y flexibilización de las normas laborales.

Sobre el tema de la seguridad social, el sector privado -gremio del cual procede Carmona Estanga-, siempre objetó que la anterior administración pretendiera darle prioridad sólo a los fondos de pensiones públicos, dejando de lado la iniciativa de capitalización individual.

Por su parte, Carlos Ortega, presidente de la CTV, expresó la necesidad de que la nueva directiva de Petróleos de Venezuela cumpla verdaderamente con los principios de la meritocracia. Asimismo, solicitó a la junta de transición que evalúe la situación de las familias que perdieron seres queridos durante los disturbios del 11 de abril y sean indemnizadas. Ortega también propuso que se ofrezca atención médica especializada a los heridos durante la protesta. Otro tema que tendrá que estudiar el gremio laboral y el nuevo poder Ejecutivo, es el de la retroactividad de las prestaciones sociales, que surgió a la palestra el pasado domingo, cuando la CTV recibió el apoyo de los empresarios y de la sociedad civil para desarrollar el paro de actividades. En esa oportunidad, Ortega, expresó que era necesario devolverle a los trabajadores la retroactividad, propuesta que no generó la euforia y efusividad que ese día manifestaron los asistentes a la CTV, entre ellos empresarios y partidos políticos.

Entre tanto, el nuevo ministro del Trabajo, César Carvallo, dijo a Unión Radio, que ya se plantea el restablecimiento del “tejido laboral” como primordial tarea. Aclaró que en materia salarial, la decisión de la administración anterior, solo quedó reflejada en un anuncio, ya que no existe ningún decreto aprobado al respecto. A su juicio lo más responsable es evaluar los estudios que hizo la gestión pasada, para determinar la viabilidad del incremento.

Proponen renacer la tripartita
Para adelantarse a las próximas discusiones sobre el tema laboral, los empresarios reunidos en Fedecámaras ya comenzaron a sortear las vías de negociación para los próximos aumentos salariales. En medio del Comité Ejecutivo de ayer, estudiaron la posibilidad de hacer renacer la tripartita, ahora que existe un clima de cordialidad entre ellos –trabajadores y gobierno– en vista que hasta ayer fueron compañeros de marchas.

Algunos de ellos así lo dejaron saber en la antesala a la juramentación del nuevo Presidente, revelaron esta propuesta que de inmediato piensan hacer llegar al recién nombrado ministro del Trabajo, Cesar Carvallo, así como al nuevo Presidente de la República.

Su idea estaría apegada a lo que dictan las normas. Tal como lo dice la Ley Orgánica del Trabajo, la tripartita se debería convocar para fijar el salario mínimo el primer mes de cada año con la participación del despacho, los empresarios -representados por Fedecámaras- y la organización más representativa de los trabajadores, que sería ahora la CTV, pues pareciera que este gobierno sí reconocerá a las máximas autoridades de la Confederación.

Publicada en: 22/01/03 - www.aporrea.org/actualidad/a2047.html


domingo, 19 de enero de 2003

La lógica de la oposición venezolana: Destruyamos a Venezuela para salvarla

José Del Grosso/Psicólogo Clínico
Terrorismo es el uso ilegal de la fuerza o la violencia contra personas o propiedades para intimidar o cogobernar la población civil o cualquier segmento de ella en promoción de objetivos políticos o sociales. 
FBI (Tomado de “The Terrorism Research Center)

Terrorismo

La definición de terrorismo que nos ofrece el FBI es muy clara y, en este sentido, no nos debemos dejar engañar por los eufemismos, es decir, por expresiones suaves o decorosas que sustituyen a otras demasiado violentas, groseras o malsonantes. Llamemos al pan, pan y al vino, vino. No caigamos en la trampa de llamar a los terroristas venezolanos oposición.

Ese grupo de individuos que se hace pasar por oposición, entre otros, Marcel Granel, Carlos Fernández, Carlos Ortega, Carmona, Cisneros, Alfredo Peña, los militares alzados y los misócratas (miso: que odian) de PDVSA…; por definición son TERRORISTAS.

Para ilustrar lo que afirmo antes, tomemos tres de sus acciones más destacadas: la “marcha pacífica” del 11/04/2002, que engañando a su propio grupo, termina en Miraflores, de inmediato encarcela a Chávez, deroga la Constitución, elimina la Asamblea Nacional, persigue a miembros del oficialismo…; La toma de la Plaza de Altamira en el mes de Octubre y declararla “Zona libre de Chavismo (un Estado dentro de otro Estado); Incitar a un “Paro Cívico” que, entre otras cosas, ha llevado al país y a la mayoría de sus ciudadanos a la quiebra.

No nos dejemos engañar por la vieja y caduca idea de terrorismo a la que estábamos acostumbrados, es decir, a la de un individuo o grupo de ellos que, desde la clandestinidad, ejercía las formas más evidentes de violencia a través de acciones guerrilleras, asesinando, secuestrando o colocando bombas para destruir lugares claves.

El terrorismo ha ido evolucionando y se ha vuelto cada vez más sofisticado y las armas son algo de lo que ahora se puede prescindir para lograr objetivos ilegales. Sobre ello podrá encontrar información en cerca de 2000 títulos de libros publicados en inglés, en artículos de revistas especializadas o no, periódicos serios como Le Monde Diplomatic o a través de centros de investigación como el Terrorism Research Center. En lo concerniente al terrorismo de los medios de comunicación, puede valerse de análisis de investigadores como Noam Chomsky.

Sí, ya no hace falta colocar bombas o recurrir a actos infames como los del conocido 11 de Septiembre en la ciudad de New York. Los agitadores de nuestro país, hombres de cuello blanco y corbata, gente de “buena familia” disfrazada de respetable, profesionales “formados” en los mejores colegios y universidades de Venezuela y, algunos de ellos, supuestos intelectuales, con el pretexto de estar políticamente en desacuerdo con Chávez y haciendo un uso distorsionado y amañado de las leyes de la Constitución Bolivariana, han hecho al país más daño psicológico y material con su llamado a “desobediencia” y “paros cívicos” (que en verdad son un llamado a la insurrección), que el que fue infringido a las Torres Gemelas y a los neoyorquinos con los aviones que estrellaron contra ellas.

De manera similar a cualquier grupo de fanáticos religiosos, estos insurrectos de forma explícita nos han vendido la idea de que el objetivo es “sacar a Chávez del poder”, siendo su lema implícito: “Destruyamos a Venezuela para salvarla”. “Nosotros no somos responsables de nada. Si hacemos todo esto, es porque Chávez nos está obligando”. Como me dijo un acólito de estos terroristas en una cola: “Yo no estoy de acuerdo con destruir al país, pero Chávez nos obliga, porque no renuncia”.

Justificación ideológica de la violencia

Según la enciclopedia Brockhaus, la palabra ideología se refiere al conjunto de sistemas de pensamiento, valoraciones y criterios intelectuales esenciales generados por un movimiento, grupo social o cultura específica… sistema de ideas creado artificialmente.

Los seres humanos sentimos la necesidad de organizar y dar sentido al aparente desorden que constituyen las manifestaciones del Universo. Ahora bien, no existe una única y exclusiva forma absoluta de organizar y explicar los hechos del Universo. De hecho, todos los intentos filosóficos y científicos han fracasado a lo largo de la historia de la Humanidad, en realidad, existen tantas maneras de organizar y explicar el Universo como individuos existimos. Desde luego, que las diferencias entre una y otra explicación no son tan significativas como para que todos terminemos viviendo en la cápsulas de nuestra propia ideología personal.

Nuestro cerebro ha desarrollado la capacidad de crear para nosotros un mundo de nuestra propia creación y a la medida de nuestra imaginación. Vivimos según el mundo de nuestras percepciones y ellas divergen de individuo a individuo (Si desea ampliar sobre ello consulte, por ejemplo, la obra de Paul Watzlawick ¿Es real la realidad? O Introducción a la Programación Neurolingüística de O´connor y Seymur). En este sentido un individuo puede percibir amenaza o peligro allí donde no lo hay y si la distorsión es suficiente, puede llegar a convencerse de que vive rodeado de enemigos a pesar de estar rodeado de amigos.

La ideología se presenta como una solución al problema del Hombre promedio de tener que explicar lo que ocurre en una sociedad en particular o, lo que ocurre en cualquier sociedad, y esa ideología resulta ser tanto más convincente cuanto más pueda atribuírsele a su autor una capacidad extraordinaria o una gran genialidad. Pero su genialidad no suele ser tal, sino que el autor de una ideología, por lo regular, suele emplear un reducido número de elementos que al ser organizados de cierta forma en una teoría, aparentemente explican la realidad.

En el caso del autor o autores de una ideología terrorista, estos suelen obviar la complejidad de los hechos y de una manera simplista, basándose en la inseguridad, los temores, insatisfacción ante cierto estado de cosas e intereses comunes de un grupo significativo de personas, organizan y explican la realidad de una manera convincente para sus seguidores. Ello facilita la posibilidad de agrupar a individuos ingenuos, su adoctrinamiento y la posibilidad de incitarlos a cualquier tipo de acción. Sobre la misma marcha de los acontecimientos, generando problemas sobre problemas, acciones y contrareacciones, la ideología terrorista va evolucionando a una velocidad vertiginosa y sorprenden los cambios de reglas del juego de un momento para otro, así como el cambio brusco de sus demandas, ideas, valores y criterios. No hay manera de asirlos, no al menos, si uno es una persona que usa la lógica o el sentido común para combatirlos. De hecho, las soluciones para enfrentarlos de esta manera suelen generar nuevos problemas que son más graves que los que ya existían.

La paranoia

El elemento central para darle origen, sentido y perpetuación a cualquier organización terrorista es la paranoia.

La paranoia consiste en un temor infundado y la tendencia a defenderse o a protegerse. El individuo llega a ver peligro o amenazas a su vida en cualquier parte. Piensa que es vigilado constantemente y teme que el hecho de llegar a bajar la guardia pueda serle fatal. Es por esto que concentra sus sentidos en todo aquello que potencialmente pueda serle perjudicial, según su propia definición de de perjuicio. Vg. El haberse creado una Constitución más justa y democrática, intentar rehacer el poder judicial y haber sustituido el Congreso, ya obsoleto y a punto de ser linchado, por una Asamblea Constituyente; despertó en los oligarcas de este país, en sus acólitos y en esa gran cantidad de parias, oportunistas y consabidos miembros de todos de los partidos, que en verdad no pertenecen a ninguno, el temor a perder el control político, económico y militar del país, así como toda una cantidad de beneficios inmerecidos.

Elementos paranoicos que caracterizan a las ideologías terroristas

El temor a la pérdida de la autonomía o del control de las situaciones es uno de los elementos de la paranoia que caracterizan a las ideologías terroristas y acabo de describirla brevemente en el párrafo anterior. 

Aquí es necesario agregar a este elemento que, el grupo nacional de incitadores que se hacen pasar por oposición vio en Chávez y su liderazgo de la Revolución Bolivariana una amenaza a sus desmanes.

Este grupo ha insistido hasta el cansancio en que desde el mismo momento en que el Presidente asumió el poder, han desaparecido todas las libertades y hablan de una dictadura. Así, han calificado como una violación al derecho de la libre voluntad, el tratar de poner orden y detener la corrupción de los oligarcas, sus acólitos y toda la corte de seguidores de la doctrina de la “Viveza Criolla”, de la cual la mayoría de los venezolanos nos hemos quejados por décadas y estamos hartos. 

En el comportamiento de estas personas destaca una exagerada intolerancia a la Ley y el Orden, así como una denonadada independencia, que en el pasado habían logrado comprando abogados, jueces y a otros representantes de la Justicia con dinero mal habido. 

Otro elemento característico importante que muestran los insurrectos y que es una condición indispensable de la paranoia es la suspicacia. Estos individuos ven como una verdadera amenaza a sus intereses, al libre comercio y a la propiedad privada, la iniciativa del gobierno de desarrollar una economía alternativa al neoliberalismo, la globalización y todo aquello que siempre ha representado una base cuya filosofía es: “Yo gano, tú pierdes”; la cual ha demostrado ser fatal para la mayoría de la Humanidad y cuya efectividad consiste en que mientras el 5% del planeta vive exquisitamente bien, otro 5% vive bien, un 10% más o menos bien, el 80% vive en condiciones infrahumanas.

En cada acto del gobierno, buscan y ven a través de ellos signos amenazantes. Con alta frecuencia, los incitadores están a la cacería del significado de las acciones del gobierno, que según ellos, a pesar de estar bien escondidos, saben que están allí presentes.

A diferencia de un científico en búsqueda de cuál pudiera ser la verdad y que se vale de los métodos de razonamiento inductivo y deductivo, para así plantearse teorías o hipótesis alternativas que pudieran explicar los hechos y, finalmente, someter sus teorías e hipótesis a contrastación con el objetivo de modificarlas, descartarlas o reafirmarlas, los terroristas seleccionan sólo aquellos elementos de la realidad que directa o indirectamente confirmen sus verdades y descartan todo aquello que evidentemente las desconfirme. Mejor dicho, a veces, no pasan por alto estos hechos que evidentemente son contradictorios con sus ideas. Lo que hacen es distorsionarlos y cambiar su significado, connotando los hechos a su favor para reafirmar sus teorías e hipótesis.

Gran parte de la suspicacia de los incitadores se refleja en el lenguaje que usan, el cual tiende a clasificar los hechos dentro de los límites de dicotomías absolutas, es decir, carente de matices intermedios: demócratas-dictadores, gente-chusma, blancos-negros, amigos-enemigos.

Otro elemento a destacar, es que los insurrectos se ven a sí mismos como los blancos centrales del oficialismo. 

Hay un refrán que reza así: “Quien se pica, es porque ají come”. Chávez dijo a todo el país que usaría las leyes para encarcelar a los corruptos. Si los insurrectos no lo son, entonces, ¿por qué se sintieron aludidos? Quien nada tiene que temer no reacciona violentamente a la defensiva ni cocina una insurrección. Su reacción defensiva es muy semejante a la de los mafiosos de USA ante Eliot Ned.

Comentarios y acciones hacia los corruptos y que nada tienen que ver con la gente honesta, fueron asumidos como afrentas personales por parte de los que hoy se hacen llamar oposición. De allí, que en el caso de individuos como Alfredo Peña y un Carlos Ortega, sus discursos nos den más la impresión de que se trata de un problema personal con Chávez, que la defensa de una doctrina que muestra ser beneficiosa para la mayoría.

Ese saber las intenciones malévolas del gobierno contra los insurrectos, pone en evidencia otro de los elementos característicos de la paranoia: la grandiosidad, ese creerse los nuevos mesías que salvaran al país de las garras del demonio.

Los cabecillas de esta insurrección dicen y repiten hasta el cansancio ser conocedores y poseedores de la “verdad verdadera”… Sobre ello he hablado en artículos anteriores. Aquí sólo quiero destacar que los delirios de grandeza de los insurrectos, han sido exaltados por la exagerada atención de los medios de comunicación al hacer, por ejemplo, cadenas nacionales de radio y televisión con ocasión de sus arengas o de anunciar nuevos paros nacionales; han sido exaltados por los militares alzados que se les unieron; el apoyo financiero de las grandes industrias internacionales del petróleo; la atención concedida por el Pentágono; el apoyo logístico del Dpto. de Estado de USA y la CIA y la muy dudosa organización de los Derechos Humanos, cuya miopía parece hacerles creer que los buenos de las películas son los malos y que las víctimas, indudablemente, son los criminales.

La hostilidad es otro de los ingredientes que forman parte integral de la paranoia de los agitadores de nuestra Venezuela. Más que sus ideas paranoides, de ser perseguidos, resaltan sus ideas y acciones hostiles hacia el mundo y, a ello, hay que prestarle atención.

Como usted mismo ya habrá apreciado, los rebeldes muestran una actitud beligerante, irritabilidad, susceptibilidad, falta de buen humor, combatividad, tendencia hacia la querella y una tendencia exagerada a defenderse. Si no ha prestado suficiente atención, vea, por ejemplo en la TV a Alfedro Peña o a Carlos Ortega. Vea cómo un Napoleón Bravo llega al paroxismo o cómo un Marcel Graniel o un Carlos Fernández, con caritas de “Yo no fui”, dan muestras de esos mismos rasgos, pero de manera contenida.

Otro elemento adicional que puede apreciarse en los insurrectos es la proyección. La proyección es un mecanismo de defensa muy bien descrito por Freud y Carl Jung. Consiste en la presunción de que las propias tendencias, estados internos, ideas o rasgos inconscientes de personalidad pertenecen a otras personas y no a uno mismo, a quien se mira como poseedor de una imagen totalmente distinta. Un refrán venezolano expresa con su sabiduría en qué consiste la idea de proyección: “cada ladrón juzga por su condición”.

La proyección es una estrategia defensiva que usa el individuo para no verse a sí mismo, no sentir culpa y responsabilizar a los demás de sus actos. 

Alfredo Peña dice que Chávez es un asesino. Pero al finalizar la intentona de golpe de Estado durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Chávez fue consciente y reconoció que cuanto hizo sí era un golpe de estado, segundo, asumió toda la responsabilidad de sus actos y, tercero, llamó a sus seguidores a deponer las armas para que no corriera sangre. En cambio, Alfredo Peña ha estado usando a la PM para sus propósitos. Les da órdenes ambiguas para que ellos disuelvan las manifestaciones de los chavistas a su criterio y ante la mortandad de las acciones de la PM, ni asume la responsabilidad de esta ni les aplica las correspondientes medidas disciplinarias a quienes, en sus funciones, han actuado al margen de la Ley.

La justificación ideológica de la violencia

En ese asumir de los insurrectos, que son ellos los únicos poseedores de la verdad verdadera, la cual es tan evidente que no necesita ser confirmada; en sus propios delirios de grandeza que los induce a corregir las situaciones y convencer a los herejes; en base a su clasificación de los seres humanos en amigos y enemigos, en los que ellos son los buenos, los amigos y quienes estén en desacuerdo con ellos, los enemigos que deben ser conversos o eliminados; en su hostilidad a dejar el camino abierto hacia la verdad; ellos, los insurrectos, parecen haber llegado a la conclusión, según su propia manera de pensar, de que, a pesar de odiar la violencia, no les queda otra alternativa que el uso de la fuerza, para abrirles los ojos, en el interés de los propios herejes, a aquellos quienes aún no se han dado cuenta de su error. 
Sí, no nos han dejado elección: “Destruyamos a Venezuela para Salvarla”

Publicado en: 19/01/03 - www.aporrea.org/actualidad/a1999.html