Felipe Marcano.
Llegado a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, mediante
promesas de reconsideración y reestructuración de toda la política exterior e interior con miras a un desarrollo interno, nacionalista, que volviera la grandeza económica y el bienestar perdido, hoy mantiene en vilo la política y la economía mundial. Sus actuaciones lejos están de cumplir su oferta electoral, sobre todo en la no injerencia en asuntos internos de otros países. Su mandato, apenas comenzado, muestra evidentes signos de resquebrajamiento, ¡actúa para los medios!, es un show mediático a escala mundial, distractor de las malas y verdaderas intenciones. Donald Trump esta perdido en su laberinto y a través de la mediática imperial tratan de dar la apariencia triunfal de buen gobernante.
Sobre América Latina, emprende una feroz campaña, mediática, contra la nación mejicana, ¡nuestros hermanos mejicanos! Los presidentes y líderes de la derecha sudamericana, latinoamericana, callan, están a la espera o en busca de una oportunidad de enmendar la mala plana contra la campaña electoral de Trump. Todos apostaron al triunfo de la Sra. Clinton. Hoy, dicho por el mismísimo Pedro Pablo Kuczynski, ante auditorio universitario repleto de reconocidos intelectuales, estos personajes, presidentes y lideres políticos y empresariales de la derecha sudamericana se presentan ante el mundo como los mejores aliados y defensores de la causa de Donald Trump, “son los serviles perritos a disposición del amo y señor”. Kuczynski a la cabeza debe ser o aspirar al cargo de cancerbero mayor. ¡Parece que tiene mucho que esconder o redimir!
La dirigencia opositora venezolana no se queda atrás, busca por todos los medios y maneras contactar a Trump, implora su intervención en la política venezolana, a toda costa quieren o requieren del excéntrico mandatario que ponga sus manos y sus ejércitos en Venezuela. ¿Quién entiende a esta dirigencia opositora? A Donald Trump le remueven o reclaman la remoción de sus ministros por “conversaciones indebidas” con empresarios o políticos Rusos, en Venezuela o contra Venezuela chillan cuando a los opositores facilitadores o promotores de la intervención extranjera se les señala de traidores a la Patria ¿Cómo compaginan las políticas nacionalistas de Donald Trump con las de entrega y servilismo de la oposición venezolana? ¿Será que al igual que los presidentes y líderes de derecha latinoamericana andan bien “enchumbados” por la corrupción, el narcotráfico...?
¿Cuántos de los políticos, representantes de la derecha mundial, que hoy en extraña alabanza a Donald Trump y sus políticas interventoras, injerencistas, buscan redimir culpas o sobornos de Odebrecht? ¿Cómo se olvidan de la pobre nación mejicana y su amigo Peña Nieto? En esta extraña simbiosis, de anti políticas o políticas disimiles en apariencia, forma y fondo, ¿quién será el engullido y quién el engullidor?
Llegado a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, mediante
promesas de reconsideración y reestructuración de toda la política exterior e interior con miras a un desarrollo interno, nacionalista, que volviera la grandeza económica y el bienestar perdido, hoy mantiene en vilo la política y la economía mundial. Sus actuaciones lejos están de cumplir su oferta electoral, sobre todo en la no injerencia en asuntos internos de otros países. Su mandato, apenas comenzado, muestra evidentes signos de resquebrajamiento, ¡actúa para los medios!, es un show mediático a escala mundial, distractor de las malas y verdaderas intenciones. Donald Trump esta perdido en su laberinto y a través de la mediática imperial tratan de dar la apariencia triunfal de buen gobernante.
Sobre América Latina, emprende una feroz campaña, mediática, contra la nación mejicana, ¡nuestros hermanos mejicanos! Los presidentes y líderes de la derecha sudamericana, latinoamericana, callan, están a la espera o en busca de una oportunidad de enmendar la mala plana contra la campaña electoral de Trump. Todos apostaron al triunfo de la Sra. Clinton. Hoy, dicho por el mismísimo Pedro Pablo Kuczynski, ante auditorio universitario repleto de reconocidos intelectuales, estos personajes, presidentes y lideres políticos y empresariales de la derecha sudamericana se presentan ante el mundo como los mejores aliados y defensores de la causa de Donald Trump, “son los serviles perritos a disposición del amo y señor”. Kuczynski a la cabeza debe ser o aspirar al cargo de cancerbero mayor. ¡Parece que tiene mucho que esconder o redimir!
La dirigencia opositora venezolana no se queda atrás, busca por todos los medios y maneras contactar a Trump, implora su intervención en la política venezolana, a toda costa quieren o requieren del excéntrico mandatario que ponga sus manos y sus ejércitos en Venezuela. ¿Quién entiende a esta dirigencia opositora? A Donald Trump le remueven o reclaman la remoción de sus ministros por “conversaciones indebidas” con empresarios o políticos Rusos, en Venezuela o contra Venezuela chillan cuando a los opositores facilitadores o promotores de la intervención extranjera se les señala de traidores a la Patria ¿Cómo compaginan las políticas nacionalistas de Donald Trump con las de entrega y servilismo de la oposición venezolana? ¿Será que al igual que los presidentes y líderes de derecha latinoamericana andan bien “enchumbados” por la corrupción, el narcotráfico...?
¿Cuántos de los políticos, representantes de la derecha mundial, que hoy en extraña alabanza a Donald Trump y sus políticas interventoras, injerencistas, buscan redimir culpas o sobornos de Odebrecht? ¿Cómo se olvidan de la pobre nación mejicana y su amigo Peña Nieto? En esta extraña simbiosis, de anti políticas o políticas disimiles en apariencia, forma y fondo, ¿quién será el engullido y quién el engullidor?