Felipe Marcano.
En extrañas circunstancias, pero con premeditación, Donald Trump ha concretado su reunión con Álvaro Uribe, paraco Nº 82 en la lista negra de los servicios “contra la delincuencia organizada y el narcotráfico” de los EE.UU., ¡Dr. Varito, a decir de Pablo Escobar Gaviria!! La noticia de primera pagina sobre esta “inesperada y casual reunión” fue la conversación sobre Venezuela, ¡y cómo intervenirla!, ¿Cuándo no? Con igual extrañeza Santos, el Juan Manuel presidente de Colombia, encolerizado, declara a los medios, sí, está arrecho por los chismes que, a decir de él, su mentor Varito, a contado a Trump sobre el actual gobierno colombiano, no de Venezuela, sobre el mal gobierno colombiano, ¡cosa rara que la prensa no contó! ¿Por qué se molesta que su adversario político de hoy hable mal de su gobierno ante Trump? ¡Y como le encanta levantar falsos testimonios sobre el gobierno venezolano! Su canciller hace silencio, no se encoleriza.
A pocas horas del desencuentro, retoma y coordina la iniciativa de agredir, de buscar a toda costa la intervención y el tutelaje extranjero sobre Venezuela, la Venezuela Bolivariana, Chavista, Madurista, que tanto lo ha ayudo a concretar la Paz que su actual enemigo, Uribe, le sabotea. Juan Manuel Santos, necesitado de audiencia de primera pagina, sale descaradamente a intervenir en los asuntos internos de Venezuela, ¡malagradecido!, ya antes, al asumir la presidencia de Colombia, declaraba ante empresarios y universitarios estadounidenses que su gobierno no seria copia de la dictadura castro-chavista en América Latina, ¡carajo! Hipócrita, se le olvidaba que Fidel, Raúl, Chávez, Nicolás, Cuba y Venezuela, eran sus principales aliados en la búsqueda de la PAZ en Colombia. Se le olvida la pasión, el liderazgo y la solidaridad absolutas puestas al servicio de su gobierno y de la Paz para Colombia, ¡bandido! Se le olvida, el gran esfuerzo de Chávez y Nicolás para hacer a un lado la desconfianza por el bombardeo a territorio ecuatoriano y la conjura contra Chávez a partir de los “súper computadores” de Marulanda.
No, definitivamente, no se le olvida, ese carajo, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, no estaba arrecho por ni contra Uribe, antes y ahora, estaba bravo, furioso por dejarlo en segundo plano, fuera de la alfombra oval donde postrarse ante el amo y señor, a decir de Pablo Kuczynski, estaba celoso, envidioso de no tener un puesto de primera donde mover la colita, como buena mascota ante su amo. Para lograr la atención y preferencia del amo tiene, debe y ataca sin piedad y vacilación al Gobierno de Nicolás Maduro, de la Venezuela Bolivariana.
Están los dirigentes de las FARC consientes que la actuación del gobierno colombiano con Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos a la cabeza de la injerencia e intervención extranjera en Venezuela busca derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, garante de la paz colombiana. Están los dirigentes políticos colombianos “de izquierda” consientes que el derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro por fuerzas imperiales con el aval del gobierno colombiano abre el camino para la aniquilación de todo movimiento social y político adverso en el continente. ¡Creo que no! Y deberían poner sus barbas en remojo, Juan Manuel no es Santo y con la intervención en Venezuela están promoviendo y consolidando un nuevo y definitivo exterminio de los movimientos sociales y revolucionarios en Colombia y el resto del continente. ¡No sueñen con llegar ni siquiera a realizar una campaña política!
¡Pendiente y Vista!
FaceBook: Felipe Marcano. Twitter: @felmar138. Manifies.to: @felipemarcano