Felipe Marcano.
El siglo XXI marca una era, nueva, de renacer de la humanidad, de esperanza para los oprimidos, excluidos del mundo. La sociedad “americana”, estadounidense, encerrada en sus paredes de supremacía blanca e ideología dominante, imperial, sobre el resto de la humanidad fue cediendo espacios de libertad, autentica libertad y democracia, a la llamada corporatocracia o democracia corporativa mediante la cual las grandes, gigantes empresas subordinan gobiernos, naciones, constituciones. La vida del ciudadano ya no es libre, democrática, consiente o inconscientemente está sujeta, decida por la compañía, por la corporación cual peones, esclavos, en un tablero de juegos. La democracia estadounidense paulatinamente degeneró en una democracia fallida, en una sociedad perdida, al frente se coloca a George W. Bush hijo para emprender una feroz, sanguinaria, cacería humana. Era de urgente necesidad sobreponer los fundamentos corporatocraticos ante la floreciente idea de un mundo más justo al que se causaba la humanidad. Se establece la doctrina Bush de seguridad nacional a través de la cual el gobierno de los Estados Unidos podía buscar, detener, enjuiciar, ejecutar a todo individuo, gobierno o nación no cónsona con su ideología de dominación. La nación de poder bélico más poderosa de la tierra, en nombre se su libertad y democracia, imponía el terrorismo como fuerza de choque, de acciones neocolonizadoras, por la fuerza del terror se impone el sometimiento a las sociedades a la llamada democracia corporativa. El poder geopolítico, energético y financiero debe ser única y exclusivamente propiedad de la corporación dominante.
¡La sociedad mundial tembló de pavor!
Por sobre el terrorismo a través del cual se pretende dominar al mundo se imponen voces, gobiernos, naciones; reclaman, proclaman libertades, derechos, constituciones, soberanías, autodeterminación. El imperio es en apariencia acorralado, neutralizado en sus pretensiones. Su decadencia de dominación imperial obliga a tomar nuevos aires, a expresar una visión diferente, de buenos oficios y esperanza para la humanidad. Se nombra a Barack Obama; carismático afroamericano, ¡negro!, como presidente de los Estados Unidos, ¡como premio Nobel de la Paz! Tenía en teoría la misión de enfrentar la injusticia, la maldad y perversión de su predecesor. Era el elegido, en apariencia, por la fallida y perdida sociedad, democracia estadounidense, para llevar al mundo un mensaje de paz, conciliador, de esperanza, en busca de perdón y redención. Efímero el gobierno, la palabra de Barack Obama, poco duró a lo interno y externo aquella promesa, la corporatocracia tomó el control. Barack Obama, sin poder real fue conminado a seguir los principios de dominación en los que se basa la democracia corporativa estadounidense. ¡No cumple sus promesas! Emprende si una mayor e inimaginable campaña de destrucción, devastación y muerte alrededor del mundo. A lo interno, la sociedad estadounidense sufre en carne propia la tragedia de los pueblos conquistados, devastados por su imperio del mal. La supremacía blanca persigue, ejecuta, cuanta persona les parezca diferente. ¡El racismo se agudiza! En las calles se reclama libertad, más democracia, ¡que los dejen respirar! Obama, acorralado, decadente, falso como su democracia, busca aires en el exterior, distracción y apoyo en los ciudadanos que reclaman los dejen respirar, necesita con premura apoyo incondicional de la sociedad estadounidense y les ofrece circo, les ofrece guerras contra su nación, ¡declara a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de los Estados Unidos!, para Obama la guerra contra el terrorismo ya no da frutos. Arrogante, prepotencia imperial, a través de sus medios y propaganda, Obama expresa ¡su arrechera, su desprecio!, contra todo, contra todos, incluyendo a gobiernos amigos, solidarios, participes en su causa colonizadora; ¡los a chuzado, intervenido, espiado sus comunicaciones y probablemente saboteado acuerdos, negociaciones comerciales con otros estados!, Obama declara ante sus medios que; el poder imperial estadounidense puede, debe y tuerce el brazo de personas, pueblos, gobiernos, naciones..., no asociados a su plan de dominación.
Concretado el plan de acción colonial sobre Europa a partir de la devastación y desmembramiento de las sociedades africanas y del medio oriente, la democracia corporativa estadounidense ya en su abierto y declarado deseo de gobernanza global posiciona a uno de sus más desventurados o menos agraciados representantes; Donald Trump. Cual rey, emperador desnudo, tras tomar la presidencia de los Estados Unidos, va por el mundo señalando, condenando y sancionando a cuanta persona, gobierno, nación se le antoje. ¡Ni Ángela Merkel en persona y públicamente se salva de su dedo inquisidor, de sus órdenes! El rey, novel emperador, en su demencia desnudo, busca, crea, decreta conflictos como shows mediáticos, propagandísticos, que distraigan la opinión publica estadounidense critica, ¡si existe!, y se nuclee alrededor de su causa, la causa por la dominación imperial bajo el pretexto de ser una nación envidiada, asediada por el resto de la humanidad.
Los presidentes latinoamericanos de México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Uruguay, en principio negadores de Donald Trump en abierto apoyo a Hillary Clinton, buscan redención, corren a postrarse cual perritos alfombreros ante el amo, dueño y señor del mundo, el novel emperador Donald Trump. ¡Saben, conocen de su locura, de su desnudes y callan como súbditos ante el rey! Los presidentes de estos países latinoamericanos y europeos adláteres del rey loco, se subordinan a sus decisiones, ante la desnudes imperial. Comparten y ejecutan sus atrocidades..., ¿piensan en recompensas, partes del botín?
Desnudo en su locura, show mediático de dominación mundial, Donald Trump, vuelve la mirada a América la del sur, la que ve, critica y no se subordina a su desnudes, a la que se declara independiente, soberana, libre..., a la que no acepta, no se autodefine como perrito alfombrero, a la que como Venezuela desafió y desafiará siempre a los más perversos y poderosos imperios del mundo. Declara a los medios, para la propaganda, el terror, que su ejército mercenario está listo, preparado para actuar, para asaltar, someter, devastar, conquistar, anexar a la nación venezolana. ¡El rey loco, desnudo, a dicho! ¿Los serviles presidentes latinoamericanos y europeos, perritos alfombreros, esperan, cual jauría, la corneta para el inicio de caza imperial?
¡Mas claro, no puede correr el agua!
Donald Trump, está listo para asaltar Venezuela, su imperio requiere distracción, circo, invasión, destrucción y muerte... Noticias frescas que revivan su popularidad, que distraigan la opinión publica estadounidense... Los perritos alfombreros de América Latina y Europa, cual jauría en cotos de caza real, esperan la trompeta ordenando el inicio de la caza. ¡No pueden contener su furia, sus ganas de postrarse ante el amo con la presa en el hocico! ¡Quieren sangre! sangre venezolana, recompensas, venezolanas, el botín!
¡No vienen a salvar al pueblo venezolano!, vienen a conquistar, anexar, colonizar, esclavizar..., vienen a conculcar libertades, derechos, recursos, riquezas, nuestra manera y don de gente, nuestra dignidad y autodeterminación. Vienen a desconocer nuestra Constitución, nuestra Democracia... Vienen por mi, pero también por ti..., con triste y amarga satisfacción he de sentirme cuando te vea suplicar, pedir redención, clemencia..., gritar a los cuatro vientos que tu eres opositor, ¡igual te ejecutaran!
Los opositores; heroicos libertarios, ¿qué harán? ¿Serán o no parte del gobierno invasor? ¿Se dejaran esclavizar? ¿Serán parte de los millones desplazados a los que Colombia, y su canciller #Holguín, ofrecerán la paz, seguridad, bienestar que nunca dieron a más de 5 millones de colombianos refugiados en Venezuela, o a más de 6 millones de colombianos desplazados internamente? ¿Serán parte de los millones sumados a las fosas comunes colombianas y mexicanas? ¿De los desaparecidos en la frontera mexicana tratando de cruzar el muro que Peña Nieto, en silencio, construye para su emperador?
La cuestión es que Donald Trump, ha dado la orden para asaltar Venezuela, sus mercenarios, terroristas, perritos alfombreros, cual cancerberos insaciables vienen por mi, pero; también por ti. ¿Dónde te esconderás? ¿Dónde quedará tú heroísmo y libertad? ¿Dónde quedará la democracia, la justicia que tanto reclamabas? ¿Quién la ejecutará, quién la decidirá?..
¡Vista y pendiente!
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